Arco y madera
Poco después de acceder al trono, Taizong le comentó a su ministro Xiao Yu:
—Desde que soy niño, me ha encantado el tiro con arco. Y pensaba que lo sabía todo sobre esta disciplina. Pero, hace unos días, recibí una docena de arcos. Cuando se los enseñé a un artesano especializado en la confección de estas armas, me dijo que no eran buenos. Le pregunté por qué. Contestó: “Porque el corazón de la madera no está recto, de manera que las vetas están torcidas. Aunque los arcos son fuertes, la flecha saldrá torcida”. Entonces me di cuenta de que, a pesar de haber utilizado arcos durante tantos años, todavía no conozco sus secretos. Por lo tanto, debo de saber todavía menos sobre cómo gobernar un país.
Al percatarse de esto, Taizong no solo decidió reunirse diariamente con los ministros de su gabinete, sino también con oficiales de segundo rango para saber más sobre lo que ocurría en el país.
Conducta íntegra
Taizong afirmó:
—El gobernante debe comportarse decentemente. Si mantiene la espalda recta, no se puede doblar su sombra. Si los que están arriba dan buen ejemplo, los que están abajo los imitarán. En mi opinión, lo que destruye al gobernante no es algo externo, sino algo interno. Los deseos desenfrenados dañarán su cuerpo y mente; la autoindulgencia perturbará su trabajo. Entonces, si comete un error de palabra, perderá por completo el apoyo de su gente.
—Exacto —respondió el ministro Wei Zheng—. Por esta razón, los sabios reyes del pasado comenzaron a cultivarse a sí mismos para afianzar sus virtudes y superar sus debilidades. Este proceso les permitió ser sabios en muchas cuestiones y llevar a cabo su labor con diligencia.
Cabeza y cuerpo
En un memorándum dirigido a Taizong, el ministro Wei Zheng escribió: “El gobernante es la cabeza y los ministros son los brazos y las piernas. Cuando se rigen por una sola mente y un solo corazón, se convierten en un cuerpo. Pero el cuerpo no estará completo si falta alguna de las partes. La cabeza ocupa el lugar más alto, pero necesita los brazos y las piernas para tener un cuerpo completo. El gobernante puede ser sabio, pero necesita a sus ministros para dirigir el país”.
Modestia justa
Taizong consultó al reconocido estudioso de Confucio Kong Yingda:
—Las Analectas afirman: “Los que tienen talento deben aprender de quienes no lo tienen. Aquellos que tienen conocimientos deben aprender de los que no los tienen. Si tienes talento, actúa como si no lo tuvieras. Si tienes conocimientos, actúa como si no los tuvieras”. ¿Qué significa?”
—Significa que deberías ser modesto —contestó Kong Yingda— si quieres lograr grandes hazañas. No importa el talento que tengas: siempre se puede mejorar. No importa todo lo que conozcas: siempre puedes conocer más. El gobernante no debe alardear de su inteligencia. Al contrario, debería ocultarla. Debería escuchar los buenos consejos de los demás y no intentar ocultar sus propios errores. Si no, se resentirá la comunicación con sus subordinados y se distanciará de ellos. Y esto no le procurará ningún bien.
—Sin duda —convino Taizong—. En el Libro de las mutaciones se afirma: “Bendito quien siempre es humilde”.
“Hay muchos buenos comienzos, pero pocos buenos finales”.