Señales

Resumen del libro

Señales

Por: Patrick Lencioni

Indicios para hacer satisfactorio cualquier trabajo
Lectores 196
Favorito 11
Comentarios 2
A+

Introducción

Sería imposible medir con exactitud la cantidad de desmoralización que hay en la fuerza laboral, pero mi experiencia me dice que hay más gente que se siente desmoralizada por su trabajo que realizada en él. Y el coste, tanto en su aspecto económico como en el humano, es asombroso.
Desde el punto de vista económico, la productividad sufre enormemente cuando los empleados no se sienten realizados. Los efectos en los resultados finales de una empresa o en la economía de una nación son innegables. Pero es el coste social de la  desmoralización en el trabajo lo que parece especialmente abrumador, porque provoca una amplia reacción en cadena.
Cuando un empleado desmoralizado vuelve a casa al final de la jornada, se siente frustrado, desengañado y abatido, y contagia esa frustración, desengaño y abatimiento a los demás: cónyuge, hijos, amigos o desconocidos que encuentra en el autobús. Incluso las personas más conscientes y más maduras emocionalmente no pueden evitar que su desmoralización impregne el resto de su vida.
¿Cuál es el resultado de esto? En algunos casos, es un estrés y una tensión extra en la familia y la incapacidad para valorar las cosas buenas de la vida. Por amorfa que pueda parecer, con el tiempo afecta a la salud emocional y psicológica de las personas de forma profunda y posiblemente irreversible. En algunas situaciones, la  desmoralización en el trabajo lleva a problemas más inmediatos y tangibles, como el abuso del alcohol y las drogas o la violencia.
Es difícil calcular con precisión la magnitud de los problemas causados por unos trabajos desmoralizadores. Y aunque ningún trabajo será nunca perfecto y ninguna sociedad estará libre de problemas económicos y sociales relacionados con el trabajo, si hubiera un medio coherente de reducir la  desmoralización en el trabajo, sin coste, ¿no valdría la pena utilizarlo? Yo también lo creo. El primer paso es comprender cuál es la raíz de un trabajo desmoralizador.

Las tres señales

Hay tres factores subyacentes que harán que un trabajo sea desmoralizador, y son aplicables a prácticamente todos los puestos de trabajo, con independencia de la naturaleza del propio trabajo. Las tres señales son evidentes a primera vista y, en apariencia, fáciles de resolver. Sin embargo, en la mayoría de organizaciones no tratan de solucionarlas.
Anonimato. No podemos sentirnos realizados en nuestro trabajo si nadie nos conoce. Todos los seres humanos necesitamos que alguien en una situación de autoridad nos comprenda y aprecie por nuestras cualidades únicas. Por mucho que esto suene a aforismo, es innegablemente cierto. Las personas que se ven como invisibles, genéricas o anónimas no pueden amar su trabajo, sea este el que sea.
Falta de significación. Todos necesitamos saber que nuestro trabajo importa, que le importa a alguien. A quien sea. Si no ve una relación entre el trabajo y la satisfacción de otra persona o grupo de personas, ningún empleado encontrará una satisfacción duradera. Hasta los empleados más desengañados necesitan saber que lo que hacen le importa a alguien, aunque solo sea a su jefe.
“Inmedición”. Los empleados tienen que poder calibrar su progreso y nivel de aportación por sí mismos. No se pueden sentir realizados en su trabajo si su éxito depende de las opiniones y manías de otra persona, por muy benevolente que sea. Sin un medio tangible de medir el éxito o el fracaso, la motivación acaba deteriorándose cuando nos vemos incapaces de controlar nuestro propio destino.
¿Sencillo? Por supuesto.
¿Obvio? Tal vez. Pero si es así, ¿por qué demonios son tantos —me atrevería a decir, son mayoría— los directores que no proporcionan a sus empleados estos elementos básicos de un trabajo significativo?
Quizá sea porque es demasiado obvio. Con frecuencia, a las personas educadas les cuesta caer en la cuenta de las soluciones sencillas. Quizá Samuel Johnson, autor del siglo XVIII, tuviera razón y esas personas necesitan que les recuerden mucho las cosas. Quizá no estén seguras de por dónde empezar.
Cualquiera que sea la causa, las secciones siguientes ofrecen una comprensión más profunda de las tres señales de un trabajo desmoralizador, los beneficios de enfrentarse a ellas y lo que se necesita para que cualquier puesto de trabajo haga que nos sintamos más realizados.

Para continuar leyendo

Biografía del autor

Patrick Lencioni

Patrick Lencioni es presidente de The Table Group, consultora especializada en la optimización del trabajo en equipo. Ha asesorado a ejecutivos de empresas como Microsoft o Visa, entre otras, y es autor de los bestsellers Las cuatro obsesiones de un ejecutivo, Las cinco disfunciones de un equipo y Reuniones que matan.

Ficha técnica

Editorial: Empresa Activa

ISBN: 9788496627451

Temáticas: Recursos humanos

Comprar el libro

Si has leído el resumen y quieres profundizar más, te recomendamos comprar el libro completo, en papel o ebook, haciendo click aquí

Comentarios

Anonimato, falta de significación y no tener medidas claras para los resultados pueden ser la señales de insatisfacción en el trabajo.

Excelente libro, mostrando la clave de la insatisfacción de los empleados en el trabajo y como revertirla